El juez aseguró que Mangham hizo algo que podrÃa haber "sido completamente desastroso para Facebook", mientras que el fiscal le acusó de haber actuado "con determinación, sin ninguna ingenuidad y con sofisticación". El propio acusado, que no pudo borrar el rastro de su acceso a la red antes de ser prendido por el FBI y Scotland Yard, solo se justificó con el que decÃa que era su objetivo perentorio, ayudar a la red social informando de sus fallos. Pero que subiese sus propios programas a los servidores de la compañÃa no le ayudó en el proceso.
Facebook, que ha gastado 200.000 dólares en la acusación contra Mangham, pudo estar "en serio peligro" e incluso llegar a ver "derrumbado su imperio", según se escuchó en las sesiones del juicio. Y todo esto ocurrió solo unos meses antes de que saliese a bolsa.